Friday, March 10, 2000

MIERCOLES DE CENIZAS - Carnaval 3

"El Miércoles de Cenizas ya todo terminó..." Así dice una canción carnavalesca, señalando que los festejos llegan a su fin... al menos oficialmente.

Entonces empieza la Cuaresma en Colonia, los 40 días hasta el Oster (las pascuas) en los cuales, según las tradiciones religiosas que datan del siglo IV, uno debe abstenerse de comer carne, luego leche y al final debe prescindirse incluso de comer huevos hasta el día de pascuas o "Resurrección de Cristo". Es por eso que en Alemania los niños salen el Domingo de Pascuas a buscar huevos en el jardín de su casa. Esta “cuarentena bíblica” explica, hasta cierto punto, los ríos de cerveza durante el carnaval, pues se sabe que después vienen 40 jornadas de abstinencia. Incluso alguien me explicó que la palabra "Carna-val" significa "sin-Carne". En ese caso, conozco de cierta isla del Caribe que siempre esta en carnavales.

Según otra versión, existe una antigua costumbre europea de la época en que no había refrigeradores. La carne se guardaba para el invierno durante varios meses y en la época de carnaval se comía todo lo posible antes que esta se echara a perder. Luego el resto de las reservas que no fue consumida en esos días, era incinerado el Miércoles de Cenizas. También con el carnaval se celebra el fin del invierno y la llegada de la primavera, que ocurre precisamente en la época de pascuas, cuyos símbolos son los conejos y los huevos, pues ellos representan el renacer de la vida y la fertilidad. Todas estas leyendas y costumbres se pierden en las tinieblas del tiempo y las múltiples modificaciones que han tenido estas fiestas, varían considerablemente entre las distintas regiones de Alemania y Europa.

En Colonia la costumbre es de quemar al "Nubel", un muñeco de trapo que representa todos los pecados cometidos durante el año. A las 12 de la noche del martes, al comienzo del Miércoles de Cenizas, se reúnen los habitantes de la ciudad, portando velas encendidas, para echarle las culpas al monigote de todas las cosas malas, pues él es responsable de los excesos cometidos durante los carnavales (como se dijera en una versión cubana: "La culpa de todo la tiene el totí"). Entre canciones tradicionales y lagrimas "de arrepentimiento", se leen varias plegarias "religiosas" cargadas de chistes de doble sentido y luego los presentes arrojan sus velas encendidas sobre el Nubel. Como dijera Celia Cruz ¡Que le den candela! Una vez consumido el fuego se consideran los pecados "absueltos" y "limpias" las almas de todos los que lo quemaron.

Después de la ceremonia los presentes, ya todos "purificados", se van algunos a sus casas; pero muchos regresan a los bares y cantinas del centro de la ciudad, parece que a empezar a cometer pecados de nuevo y tener algo que quemar en el próximo Nubel. No obstante, para ser justo, debo decir que esta vez la fiesta es mucho más breve y dura "solo" dos o tres horas, pues ya el carnaval pasó... al menos oficialmente.

Hoy miércoles por la mañana, cuando salía para mi trabajo, mire con curiosidad, buscando los restos del Nubel que quemaron anoche en la esquina de mi casa; pero solo logre ver un puñado de cenizas sobre el pavimento, como único recuerdo de la reunión incendiaria de la noche anterior. Al fin y al cabo "El Miércoles de Cenizas ya todo termino..."

Marzo del 2000

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